Con el verano en pleno desarrollo, es momento de recordar más aun todos los aspectos de seguridad que debemos tener en cuenta a la hora de emprender un viaje. Si anteriormente hablábamos de los parabrisas como un elemento que apenas se tenía en cuenta, los espejos retrovisores son junto a ellos los elementos que nos permiten obtener información visual y de manera constante durante la conducción.

De esta reflexión viene su importancia para alcanzar la mayor visibilidad posible y así evitar sorpresas a la hora de ejecutar maniobras que requieren de una rápida y adecuada decisión. Por ello, desde Flycar queremos daros algunos consejos.

Primeramente, debemos colocar el retrovisor interior como lo haríamos normalmente, luego debemos inclinar la cabeza hacia la izquierda hasta que toque la ventanilla y desde ahí ajustar el retrovisor izquierdo de manera que podamos ver la esquina trasera del vehículo.
Finalmente debemos inclinarnos hacia el otro lado y poner el retrovisor derecho de la misma manera.

Si hemos realizado esto correctamente, cuando un vehículo se aproxime por detrás debemos verlo a través del espejo interior y si cambiase de carril pasaríamos a verlo en el exterior sin perderlo nunca de vista.

Es importante destacar también la existencia de sistemas que evitan el ángulo muerto de los retrovisores desconocidos por gran parte de los usuarios. Si bien es cierto esto sucede porque el coche ya tiene unos años y no existían por entonces o porque en su momento no incluimos dicho extra en la compra del vehículo.

Uno de esos sistemas es el BLIS, capaz de detectar la presencia de un vehículo que pretenda adelantarnos y avisarnos con una señal luminosa o sonora. Si carecemos de él, podemos solucionarlo orientando los espejos exteriores con un ajuste de 15 grados aproximadamente hacia el exterior con la intención de seguir viendo a los vehículos que nos sigan y que perdemos de vista por el retrovisor interior.