Como el resto de elementos para Flycar, los de visibilidad de nuestro vehículo son considerados como muy importantes. Una buena visibilidad se antoja fundamental e imprescindible para que nuestros clientes disfruten de una una correcta circulación y toma de decisiones en un mínimo tiempo de reacción.
El espejo retrovisor se remonta a 1.911 de la mano de Ray Harroun, al que se le puede aplicar que la necesidad agudiza el ingenio. Se disponía a correr en la primera edición de las 500 millas de Indianápolis sin el elemento humano y fundamental de aquellos tiempos: un mecánico situado en la parte trasera del vehículo que controlaba la posición de los adversarios. Aquel día su mecánico no estaba disponible y decidio montar un espejo en su coche. Tras una intensa discusión con el elenco de jueces de carrera, pudo participar y venció a una velocidad media de 120 km/h además de pasar a la historia como el inventor del espejo retrovisor.
Desde este acontecimiento, el retrovisor ha vivido una evolucion vertiginosa con caracteristicas como la opción de ser calefactado y eliminar el agua que se acumula en su superficie o a reducir considerablemente el angulo muerto de visión a pesar de ver los elementos de menor tamaño y mas alejados de lo que realmente están: cuestión de adaptar nuestra visión y reeducarla.