Puede parecer una pieza desconocida o secundaria, pero el filtro del aire es una parte fundamental de nuestro vehículo y por ello debe estar siempre en buen estado.
De su buen mantenimiento depende el correcto funcionamiento del motor de nuestro vehículo
Su función principal es filtrar el aire que se introduce en el motor limpiándolo de impurezas, insectos y polvo. Y es que todos los vehículos reciben, en mayor o menor medida, el impacto del aire exterior cuando se encuentran en funcionamiento, filtrándose este a su interior.
Sin el filtro de aire, todas esas partículas, insectos, polvo y arena entrarían directamente a los cilindros del motor, con un desgaste considerable de los mismos y repercutiendo en su buen funcionamiento además de aumentar el consumo de combustible y contaminando el aceite.
Un filtro de aire en mal estado, no sólo afecta al motor y al rendimiento del coche, sino que también aumenta el riesgo y probabilidades de una avería en el mismo, lo que puede derivar en un impacto en el bolsillo de cualquier propietario de un vehículo.
Si hacemos un análisis entre el coste de mantener el filtro y el de las posibles consecuencias de no hacerlo sin duda la conclusión es clara: debemos cambiarlo. Se trata de un esfuerzo mínimo que puede evitarnos disgustos mayores con nuestro vehículo.
El filtro del aire del coche se compone de unas fibras que retienen la suciedad del aire. Cuando comprobamos que están demasiado manchadas, debemos pensar que la acumulación de partículas de polvo y mosquitos puede entorpecer su correcta función y que, por lo tanto, es el momento de cambiarlo.
Una periodicidad ideal para cambiarlo es hacerlo de forma anual, o bien nosotros mismos o de mano de un profesional.
En Flycar tenemos todos nuestros vehículos correctamente revisados y con el mantenimiento adecuado.